Apóstoles en Pascua Joven

“Me amó y se entregó por mi” son palabras que quedaron resonando en el corazón de muchos jóvenes de nuestra provincia. Hoy te contamos sobre algunos Apóstoles que eligieron vivir una Semana Santa diferente, participando en el retiro de Pascua Joven.

María Jandula, con 16 años, tuvo la posibilidad de recibir el retiro, viviendo en carne propia el trabajo de muchos meses de quienes participaron como organizadores, servidores y coordinadores. Nico Ruiz Torres (20) fue uno de los encargados, junto a un compañero, de coordinar un grupo de 10 pascuantes. Lourdes Peralta (21), por su parte, vivió 5 días de puro servicio, manteniendo el orden y la limpieza en todo momento.

Servicio, entrega, esfuerzo, emoción, son sin duda algunas de las palabras que resumirían esta experiencia sin igual. María, Nico y Luli nos cuentan un poco de lo vivido.

¿Fue tu primera experiencia? ¿Cómo la viviste?

María: Si bien tuve la oportunidad de retiros espirituales junto con Apóstoles anteriormente, es la primera vez que soy parte de uno tan grande, duradero y sobre todo con tanto impacto en mi vida.

Fue una experiencia única, un reencuentro con Dios, pero no ese que muchas veces creemos lejano, o que forma parte de la historia o del que nos hablaban de chiquitos. Me hizo dar cuenta que es en realidad un Dios que camina a nuestro lado. Muchas veces como los discípulos de Emaús no lo reconocemos, y al no reconocerlo nos invade la tristeza, nos sentimos vacíos; y es Él, quien, al abrirle nuestro corazón, nos llena de vida.

Nico: No fue mi primera experiencia, yo había ido como pascuante (quien recibe el retiro) 2 años seguidos, y este año lo vivencié como coordinador. Lo viví con una mayor profundidad espiritual; todo lo que fueron las reflexiones, desiertos, el viacrucis, y cada actividad que se realizó, me llegó mucho más que otros años. El ser coordinador me hizo estar más atento y prestar más atención, y además estoy en una distinta etapa de mi vida, y probablemente hoy en el 2022 , necesitaba más vida espiritual que antes.

Luli: Ya había participado como pascuante en el 2017, y debo decir que la experiencia fue muy distinta a la de ese año. Ser servidor demanda una entrega constante y continua, tanto así que los momentos de reflexión e introspección quedan en pausa. No por eso quiere decir que el retiro sea menos vivido o disfrutado, al contrario, toca vivirlo desde el servicio, desde la acción; siendo imagen de un Cristo Viviente; un Cristo que se reflejaba en el rostro de cada uno de los que trabajamos en esta área.

Los organizadores, con todo el trabajo que tienen, se apoyan mucho en los servidores, y era nuestra tarea estar todo el tiempo atentos, olvidándonos incluso de nosotros mismos, de nuestro cansancio; sacando energías quien sabe de dónde, trabajando con un amor que no era nuestro, sino de Dios. Es el amor que Cristo te da para que puedas darlo todo.

Muchos nos dijeron que teníamos cara de cansados, pero a la vez de alegría. Yo creo que es una alegría muy pura, muy auténtica, es el amor de Cristo que brota de uno sin que lo manejemos nosotros mismos.

¿Que cosas fueron las que más te impactaron o más te llegaron?

María: Pascua Joven para mí fue y es una locura. Me hizo ver la cantidad de jóvenes que tiran para el mismo lado, la fuerza y las ganas que tienen de salir y no callar lo que vimos y oímos. Te moviliza y mucho, sobre todo para darte cuenta de que en el camino también te podes apoyar en ellos y hacerlos amigos en Dios. También me impactó la importancia de sentirte amado para poder amar a otros, porque al fin y al cabo uno no puede dar lo que no tiene ¿no?

Nico: Es un retiro de alto impacto, un retiro en dónde muchas personas tienen su primer encuentro con Jesús, un encuentro cara a cara. Cada vez que lo viví, lo experimenté de esa manera; cada vez que comulgaba, que escuchaba la misa, cuando hablaba con alguien, cuando abrazaba a alguien; sentí que estaba ahí conmigo, que estaba al frente mío, hablándome a mí. Este año lo sentí cada vez que hablaba con mis pascuantes, cuando les daba la reflexión, dandome cuenta que el Espíritu Santo es quien obraba a través mío, porque de golpe me daba vuelta y veía como a cada uno de mis pascuantes le pegaba de una manera distinta. Y te das cuenta que fue por intercesión divina, que fui un simple instrumento.

Luli: El AMOR con mayúsculas. Amor hasta el extremo, amor puro y perfecto. Ese amor que no entra en nuestros corazones, y por eso es para toda la Iglesia. Lo que más me impactó o me llegó fue ver a los chicos. Ver desde otro ángulo, desde atrás, ver cómo la gente lo vivía y experimentar que este Cristo es para todos, y se queda en ese pedacito de pan y se multiplica en millones de personas. Y ver a cada uno vivirlo a su manera.

¿Qué le dirías a Jóvenes que todavía no pudieron vivirlo?

María: Les diría que no se pierdan esa oportunidad, que es única; capaz para reencontrarte con Dios, encontrarte y conocerlo e incluso reafirmar esa relación y ese amor. En un principio me pasó, y creo que a muchos también, que me inscribí por mis amigas y para ver “qué onda”, y hoy agradezco el haberme metido, realmente es un encuentro que te cambia la vida, te ayuda a ver las cosas y verte de otra forma, y también a darte cuenta que Dios no es para los otros, ni ama a los perfectos ni a los que hacen todo bien; Dios te ama así como sos, con tus defectos, tus virtudes, así sin más. Él quiere estar con vos, te espera todos los días, depende de VOS .

Nico: Jueguensela, vivan este retiro, den su sí. Y aunque sea un sí un tanto indeciso, Dios va a acomodar todo a su tiempo. Pero que den ese sí desde el principio, porque de lo contrario no van a lograr nada, sin ese sí nunca van a emprender el camino; y ese camino es lo más importante. Porque si nunca se dan esa oportunidad, nunca van a poder vivirlo y encontrarse de manera tan profunda cara a cara con Cristo.

Luli: Anímense, métanse de cabeza sin pensarlo mucho, vayan sin dudarlo, que las cosas materiales o el desgaste físico es lo de menos. El alma se renueva totalmente, y es un perdonarse a sí mismo y perdonar al hermano. Un sentirse nada, y valorarse.

Es un antes y un después para la vida de uno.

 

 

Autor: María Jandula, Nico Ruiz Torres y Luli Peralta
Compartir

Otras noticias

¿Quieres solicitar una suscripción gratuita?

Completa el formulario y en menos de 24 hs tendrás una respuesta

Ingresar